30 días sin porno

30 días sin porno

¿Te atreves? Si ves porno "de vez en cuando" te reto a dejar de hacerlo 30 días. La pornografía es altamente adictiva, solo probando a dejarlo reconocerás si ya eres adicto. El consumo de pornografía libera en el cerebro una gran cantidad de dopamina, una sustancia clave para el sistema de recompensa del cerebro. Esa dopamina se segrega de una manera artificial y excesiva provocando una hiperestimulación que el cerebro compensa reduciendo la actividad en los centros de recompensa, lo que provoca que el cerebro necesite más dopamina para sentir el mismo efecto, contribuyendo a que el cerebro busque repetir la experiencia una y otra vez, de la misma forma que muchas drogas. 



En poco tiempo se producirá tolerancia por lo que necesitarás más dosis, más frecuencia y contenidos cada vez más extremos, violentos y estimulantes o perversos, alimentando así el circuito de la adicción. Si te estás planteando que ver porno no tiene importancia, que no hace daño a nadie, te equivocas. Hace mucho daño. 
Primero a ti, porque te está moldeando a su imagen de forma que veas a las personas como objetos que consumir, manipular, penetrar, además de que te vas a sentir inferior a esos actores con cuerpos de gimnasio y multioperados.
segundo a tu pareja, la actual o la futura, porque vas a tratarla condicionado por lo que estás aprendiendo, vas a querer replicar lo que has visto, utilizando a tu pareja, vas a querer penetrarla o ser penetrada por y cómo has deseado mientras te excitabas a solas, ya crees que la violencia o muchas prácticas aberrantes forman parte de la normalidad, de eso que has visto muchas veces. Tercero, a la mayoría de mujeres de tu entorno, porque vas a verlas tras el filtro de la narrativa del porno, mujeres calientes, simples, que actúan mostrando placer mientras son violadas o humilladas, vas a ver a las personas como cuerpos para usar, genitales XXL, carne, hormonas, silicona. Si eres mujer te afecta también porque formas parte del imaginario del consumidor de porno, del que alimenta su mente con abusos, con mujeres que desean ser utilizadas y violentadas y que acaban sonriendo tras una brutal violación. Lo peor es que el consumidor de porno se lo cree, y cuanto más joven es más normal le parece lo que ve. Algunos creen que mirar porno no está mal y no pasa nada, es mentira. Prueba a dejarlo unos días, a ver qué pasa.

Jonatan Serrano
Psicólogo clínico col. 20.279
psiconexe@gmail.com

Comentarios