Terapia Narrativa


La Terapia Narrativa tiene un potencial asombroso, consigue alcanzar lo más profundo de las personas,  regenerando, transformando su identidad, dando un nuevo sentido a sus vidas.

Las personas le damos significado a las experiencias diarias de la vida. Buscamos la manera de explicar lo que nos sucede y darle un sentido. Este significado forma el centro de una historia: la narrativa.

Todos tenemos muchas historias acerca de nuestras vidas y relaciones que ocurren de manera simultánea. Tenemos historias acerca de nosotros, de nuestras habilidades, dificultades, competencias, acciones, anhelos, familia, éxitos y fracasos. La manera como hemos desarrollado estas historias está determinada por la manera con la que hemos relacionado ciertos eventos en una secuencia en el tiempo y le hemos dado significado. Los eventos de nuestra historia son seleccionados sobre otros que no encajan en el relato dominante.

La historia dominante es generalmente creada por otros que tienen más influencia (profesores, padres, amigos...), aunque también por uno mismo. 

La historia dominante conforma la identidad de las personas. Estas etiquetas se ven como verdades de la identidad de la persona, suelen ser historias marcadas o llenas de problemas, lo que se denomina relato saturado. En este enfoque terapéutico, las vivencias del cliente son interpeladas y reformuladas con la finalidad de que se reestructuren de una manera en la que el problema no pase a definir a la persona y sus maneras de percibir la realidad (algo inaccesible de forma objetiva), sino la posibilidad de abrir narrativa, de ampliar la historia en la que la persona narra sus vivencias para generar relatos alternativos en los que el problema no lo sature la identidad de la persona, la etiqueta con la que suele vivir la persona. La persona es la persona y el problema es el problema.

 “La persona nunca es el problema"

La Terapia Narrativa separa a las personas de sus problemas y no las culpabiliza o las hace responsables. Las separa en cierto modo de las historias que cada cual ha construido de sí mismo.

A este proceso de separar el problema de la persona se  llama EXTERNALIZACIÓN y es el fundamento en que se construyen las conversaciones durante estas terapias. 

En ocasiones, toda la familia mantiene el relato saturado de la persona – problema, el paciente identificado que hay que tratar. La externalización en este caso consiste en separar el problema de la persona y unir a toda la familia o sistema para luchar o lidiar con el problema:


 ¿Qué se puede externalizar?

  • Sentimientos: la culpa, el resentimiento, el miedo, los celos, los complejo
  • Conductas: rabietas, actitudes inapropiadas, malos hábitos
  • Problemas entre las personas: las peleas, discusiones, los conflictos
  • Ideas culturales y prácticas sociales: el machismo, la culpabilidad de los padres, el racismo, etc.

 En la terapia Narrativa se trabaja con la competencia individual para crear puentes hacia un universo paralelo, un universo donde la persona tiene una historia de vida diferente, una vida donde la persona es competente y toma las riendas de su vida.

Entre las técnicas narrativas se encuentran las metáforas, los cuentos, las cartas terapéuticas y la utilización de medios plásticos o dibujos para externalizar, entre otros. Es una terapia de una gran potencia, capaz de transformar radicalmente, personas, situaciones, conflictos familiares, capaz de cambiar la antigua percepción de la realidad por una nueva visión liberadora y renovada.

La Terapia Narrativa apropiada tanto en el trabajo individual, como en el trabajo con niños y familias, una de las mejores herramientas para llegar a transformar vidas, como las de adultos o niños que han sufrido abusos extremos o situaciones que necesitan la reconstrucción total de la vida de la persona.

Jonatan Serrano
Psicólogo col. 20.279
psiconexe@gmail.com


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